Yo no sé a quién le tengo que pedir ayuda. Ya solo estoy pidiendo y tal vez no me este esforzando lo suficiente.
No sé que pasa y no sé si voy mejorando. No me siento mejor que antes, no sé si lo estoy logrando y eso me descontrola.
Ya no quiero nada de esto.
Por mi mente pasan cada tarde los pensamientos que me orillaron a donde estoy, mis recuerdos me hacen ver  que me empezó a disgustar tantas cosas.
No sé que quiero escribir en realidad. Exponerme aquí es algo bastante absurdo.
Si deseo de alguna forma regresar y jamás haber dejado de comer. Si deseo jamás haber escuchado sus estúpidos comentarios, y también anhelo bien cabrón poder recuperar mi salud. Si me arrepiento de no haber acudido antes por ayuda.
Cada mañana significa levantarse y tratar de vencer al miedo de que algo distinto en mi día pueda hacerme daño, que si cambio una manzana por una pera me pueda provocar alguna mala reacción en mi organismo, que si me puedo o no comer algo sin que me haga daño, cada día es tratar de distraerme con lo que sea porque según mis padres y los doctores 'todo esta en mi cabeza'. Y durante el día las cosas no se ven mejor, mi cuerpo se siente incomodo en casi cualquier parte, me duele la espalda, me canso de hacer cualquier cosa, tengo una constante sensación de incomodidad en el vientre y nada desaparece hasta que vuelvo a dormir, a que trato de dejar de pensar en que al día siguiente todo lo anterior se va a repetir.
Estoy cansada, desespera, aturdida, molesta, inquieta, perturbada, temerosa y ya no sé a quien recurrir. No quiero exagerar esta situación, pero creo que nunca me había sentido tan triste y deprimida.
No sé a quien me dirijo aquí, antes eran líneas para mí. Ahora me siento irreconocible.
Ya que paré.