Lo último que quiero es involucrarme. Aunque siento que me debo algo. Estoy reuniendo memorias lentas y extrañas con sabor a arcilla y colores verdes. No entiendo al cuerpo ni a la cabeza, que no justifican las acciones, van separadas paralelas y en sentidos contrarios. Deberían llegar a una intersección me facilite un poco la vida.
Todo se siente extraño y ajeno, sin sentido y con poca motivación. Estamos en diferentes lugares y con distintas cosas en la cabeza. Sin parar de hablar, intentando distraer pero siempre encuentras mis manos frías, sintiéndome rara y dispersa. Estoy aburrida.