Don de.

Traigo más de ciento cuarenta y dos letras atoradas en las yemas de los dedos pero no forman oraciones completas y razonables, por eso me ha costado mucho escribir. 
Siento que acabo de empezar algo, no estoy segura de que pero se siente raro. Quiero estar lejos y quiero estar cerca. No quiero que me presionen ni que me pregunten que quiero, porque nunca tengo la certeza de lo que quiero. Me molesta ser así porque después van a preguntarme en una situación importante que debo de hacer y vamos a tener un derramamiento de sangre. No es cierto, no soy tan importante.
Estoy mejor en estos días, no estoy radiante pero me gustan las tardes que dilatan mucho el anochecer. Me siento bien, mejor que hace unos meses cuando todo me provocaba sensaciones horribles, vacíos en el estomago y ganas intermitentes de llorar.
Me declaro sentada en la banca hasta que entienda bien las reglas del juego.