Enero de los lagrimales.


Estaba esperando que alguien me diera un poquito de razón. Pero siempre hace falta un cagadero para que vuelva a pensar las mismas insensatas palabras que resuenan como: todo va estar bien, tú siempre vas a estar bien, no es importante y déjalo pasar. 
Me siento mal todavía, un poco menos que ayer. Y no es que no me pueda disculpar, es que no quiero. Sé que soy la reina de las palabras inoportunas y los comentarios fuera de lugar, siempre tropiezo con lo incomodas que son mis palabras, me avergüenzo a veces, es como un vomito verbal. Otros dicen que es sinceridad, cruda y sin preparar. Y no sé si lo quiero evitar.
Siempre digo que me voy a moderar pero termino en lo mismo y siempre es lo mismo, la misma discusión por la misma cosa y las mismas razones. Cansancio.