Lusturcruma creció más rápido que yo, no supe cuando, ni como pero me rebaso. En ese momento yo era muy joven e inconsciente de lo que ella significaba o de lo que debía significar.
Lustucurma llego a edad adulta y yo ni siquiera me di cuenta, porque estaba ocupada escupiendo cosas sobre mis malos días. Siempre supo escuchar.
Lustucruma ahora esta envejeciendo y no sé que pasara con ella. No quiero que pase a ser un buro de madera en el rincón de la casa, no la quiero dejar envejecer sola pero pasa que lo hago. Esta fuera de mis manos. Deshacerme de ella seria una de las cosas más dificiles porque seria determinante, porque es mi desahogo oficial, pero lo he pensado.
No sé.
Siempre ha estado ahí sin quitarme nada pero dandome todo. No sé como retribuiré eso.