Solo Leslie sabe como se mete en estás incomodas y problematicas situaciones. Deberían darme empleo para destruir hogares, marchitar amistades y separar personas.
No sé que chingados estoy haciendo, no sé que pasara. Es el pinche verano.
Es que no sé.
Es que quiero hablar con alguien, pero no tengo a quien platicarle. En casa todos son tan dispersos, están en casa pero fuera de ella. En la otra casa solo estoy yo y la prueba en vida de que casarte joven o tener muchos hijos no te va asegurar la compañía eterna. Estamos igual de solas.
Y la escuela, esta insoportable, no tolero a muchos compañeros, es un embudo de personas que no les interesa la carrera, que conflictuan a otras personas estorbando en su camino. Lo profesores te ponen obstáculos y obstáculos al dejarte trabajar con estas personas.
No los entiendo, hablan tan mal de la población en general, discuten sobre la educación, suenan tan diferentes y a final de cuentas vuelven a repetir el mismo comportamiento, de morosidad, la misma escena que veia hace 12 años de rogarle a un maestro que te permita presentar un trabajo a destiempo. Estoy cansada de ellos, no de mi carrera. Estoy harta de verlos y pensar que a veces soy como ellos y que no me gusta ser como ellos.
Mi circulo de amigos es extraño y poco funcional, pero no veo como cambiarlo.
Es que recurro a está porquería para desahogarme, para pensar sola, para hablar sola y descubrir que mis palabras son válvulas de escape que me permiten respirar de nuevo, enderezar la espalda y pensar que tengo que continuar.