No tengo nada contra el cine

L e a n   A n n a  K a r e n i n a,  n o  v e a n   l a   p e l í c u l a .

El libro me hizo llorar como mujer que se enamora locamente y luego es abandonada.
La película me hizo sentir en un set norteamericano que intenta inútilmente revivir la Rusia imperial.

Comprobando que los Norteamericanos no deben hacer adaptaciones de los libros  de sus archiretecontraenemigos. Que sigan haciendo películas de Hangover o cosas por el estilo.