Grinch

Saben que estos días he tenido mucho tiempo de ocio, pero mucho.
Entonces he estado pensando en hacerle una broma a mis "amigos" y escribirles todo lo que quiero escribirles acerca de su repentino cambio de opinión después de todo lo que publicaban en las redes sociales inconformes por la situación del país, la injusticia, el regreso del PRI y que el PAN y que el PRD y que bla bla bla bla...

Quisiera escribirle como ahora todos disfrutan de sus "regalos" y de su comprensible hipocresía hacia la religión. Quiero recordarles como ya les olvido toda esa mierda que escribían sobre el consumismo y lo irracional que es la población al endeudarse con cosas que no necesita.
Me encantaría despotricar en sus muros o en el pie de sus fotografías lo bonitos que se ven calladitos y entretenidos con las rebajas de ropitas y juguetitos y con la preparación de cenas estúpidamente grandes. 
Entonces después de insultarlos respetuosamente fingiría demencia y justificaría mi grosera honestidad diciendo que me hackearon la cuenta y todo lo que recibieron no fue más que una broma de algún mala leche.

Pero soy demasiado educada para hacerlo y además me quedaría con menos de la mitad de mi lista de contactos y desgraciadamente no tengo tanto tiempo, ni ganas para escribirle a tanta gente. Si no doy regalos navideños mucho menos voy a dar sermones navideños ni que fuera cura ¡Dios me libre!
¿Qué si soy cobarde? Tal vez, pero aun puedo utilizar mi arma blanca más preciada: el sarcasmo.