Me encanta ver la estampita de los transportistas del Estado de México con la discreta queja de que Eruviel Avila ya no los pela, que ellos le dieron su voto y su confianza creyendo fielmente en lo que prometía para mejorar el Estado de México y los mil apoyos que prometió repartir en cuanto llegara a ser Gobernador.
Me demuestran que el karma existe y que la ignorancia siempre nos llevara más lejos y más lejos, que los acarreados y borregos siempre moverán a este país más y más lejos. Me demuestran lo triste que es esta sociedad tan desanimada, tan crédula y enojada pero que al final siempre se muerde la lengua.