Fugaz

Pase cuatro noches en la playa, en esas noches me sentaba frente al mar esperando la brisa, lejos del agua tibia con una vista impresionante, panorámica, el extenso e infinito mar. Pero no me sentaba ahí para ver las olas rugir y reventar  una frente a otra, no para ver la espuma que blanqueaba la arena. Me acosté a ver el cielo lleno de estrellas, tantas que mi vista no alcanzaba para verlas todas, todas brillando en diferentes intensidades. Estaba entretenida, estaba esperando a ver un fugaz, estaba mirando tranquila pensando solo en esa estrella, había demasiadas tantas que tuve suerte de ver dos una el primer día y otra el ultimo día. 
¿Qué si pedí un deseo? Claro que lo pedí, le pedí el mismo deseo a ambas estrellas y espero no haberlo arruinado.
Porque me dijeron una vez que cuando ves una estrella, estas mirando el pasado de una estrella que es una luz extinta que apenas llega, pensé y sentí que era tarde para pedir mi deseo, pensé que era tarde para todo, sentí como que siempre llego tarde.