Así que  vine al ordenador a ponerme nostálgica, escuchando canciones de ritmos lentos y voces quebradas,  me empeñe en ver viejas fotografías que me trajeran una corriente de recuerdos muertos.
Me senté en la silla de siempre frente a la pantalla luminosa y las teclas despintadas de este ordenador, busque mi selección de música deprimente y patéticamente llore frente al monitor.