Salí a buscarte.

Salí a buscar memorias, salí a revivir a los fríos y polvosos recuerdos del invierno. Me pasee toda la tarde por lugares conocidos, patee botellas haciendo ruido y pase las ramas por las paredes raspando y escandalizando para ver si se me despertaba algo.
Me tropecé con una roca que me indico lo pesado que es cargar con todo, todos los días le encargue y deje varias cosas debajo de ella, también me encontré las hojas de un árbol que me pasaron por enfrente y arrastrándose por el piso levantándose levemente del asfalto me explicaron lo fácil que es dejarse llevar por el viento.
Levante los ojos queriendo ver el infinito y me encontré las gotas de lluvia mojándome las mejillas, le sonreí a la lluvia que me empezaba a empapar y esta me enseño que hay que dejarse salpicar y hasta empapar las veces que sean necesarias.
Ya no distinguía los caminos y comencé a caminar lejos, sin parar, sin  descansar tuve tantas ganas de regresar hasta que el camino me indico que no debía mirar atrás.
Me senté a pensar a comerme unas gomitas de dulce que llevaba para el camino, les deje unas a las ardillas al rato las  gomitas se habían acabado y las ardillas  me exigían, mordiéndome los tenis y el pantalón, me di cuenta de que a veces hay que parar de analizar.

No me perdí, tampoco me encontré pero no sé cómo ni a donde llegue.