La Ducha.

Te das cuenta que tendrás un mal día cuando estás en la regadera tomando tu ducha de las nueve de la mañana con agua tibia y jabón neutro cuando de pronto el chorro de agua  va disminuyendo entonces persigues las gotas como si fueran de oro hasta que el ultimo hilo de agua se termina y tú: te quedas enjabonado.

El baño decide muchas cosas en tu día y es cosa seria.

Por otro lado sabes que tendrás un pésimo día cuando estás en la regadera tomando tu ducha de las seis de la tarde con agua fría y jabón neutro cuando de pronto en un intento por acomodar la dirección de la regadera para un uso óptimo del agua, esta se quiebra entre tus manos, torpemente intentas remediarlo pero es inútil; está rota. El agua sigue saliendo desbordándose por la pared y lo mejor es cerrar la llave y tú: te quedas enjabonado.

Pensaba que esas cosas no pasaban.