Noche de pinceladas

No me invites a dormir, no me quiero recostar para escuchar mis pensamientos, no quiero que me aplasten las ideas y me vuelen el sueño.

Esta fría la noche y la madrugada se va enfriar más, lo sé pero hoy voy a beber té mientras uso mis pinceles. Sé que puedo estar cómoda y caliente enterrada entre las sabanas y con la cabeza hundida en las almohadas. Pero esta noche tiene algo especial, que me está incitando a quedarme despierta.

Voy a pintar, nunca sé que eso solo lo decide mi mano.

Tengo solo los colores básicos, está el bote de pintura azul que me da los colores fríos luego lo mezclo con amarillo para tener el verde vivo el problema es mi bote de pintura amarilla ya casi está por terminarse. El rojo me gusta tanto que mido mucho para utilizarlo, los colores cálidos están ahí y creo que algunos anaranjados me quieren hacer la noche más amena. Lo que sí, es que tengo un bote enorme de pintura blanca porque rebajo tanto los colores para hacer pasteles y pintarme unos listones en el trozo de papel negro.
También tengo un pincel favorito, es muy viejo y de pelo de camello aun sigue siendo muy suave es el que me ayuda a remarcar las mejillas rojas de mis creaciones y resaltar las flores más cercanas.

Siempre al final de cada sesión de pintura, revuelvo todos los colores en la paleta de madera, es como  una costumbre que me gusta para finalizar.  Algunas veces he terminado de pintar a las seis de la mañana cuando me doy cuenta de que ya amaneció y el té se enfrió a veces quiero seguir pero pintar en la mañana no es igual; mi mano está cansada y las pinceladas no salen bien, no corren libres y fácilmente eso  me frustra porque me encapricho con algún proyecto que quiero terminar pero siempre lo dejo y la próxima noche espero a terminarlo mejor.

Pinto porque no quiero pensar, porque pongo la radio para escuchar pop en ingles o en francés del cual termino solo escuchando la melodía.

Me gusta ver varias veces de lejos los trazos, es como ver que se acomodan cuando me alejo y de cerca se distorsionan. Al final equivocarse un poco en el cuadro lo hace ver especial y casi siempre me gusta el resultado final sino lo tengo que botar.
Pero esta noche no, esta noche voy a pintar algún sueño pendiente.