Ducha.

La ducha esta fría, tengo el cabello seco no quiero mojarlo, no sé. Estoy en esta regadera medio vestida ni siquiera tengo ganas de bañarme o necesidad de limpiarme.
Solo quería estar en un sitio donde pudiera dejar fluir mis ideas, pensé que si me mojaba las ideas se irían por la coladera como el jabón y la mugre de mi piel, pero ahora que estoy dentro no me quiero mojar la cabeza donde se supone están esas ideas.

Necesito relajarme, necesito reírme en la ducha, necesito cantar y bailar en la ducha con mi suerte me resbalo y me golpeo tan fuerte la cabeza que estos pensamientos me abandonaran.
No logro tener una de esas duchas en las que me desconecto, algo me sobra.

Bueno, finalmente me mojare completamente, aunque no estoy segura de que quiera olvidar esto pero tampoco de conservarlo, es la ducha más complicada que he tomado desde hace más de medio año.
El chorro de agua helada que corre al final de mi pelo donde toca con mi espalda y desciende, me estremece todo el cuerpo.
Funciona, me distrae lo suficiente para no pensar más.