...

Se levanto me miro a los ojos sin pronunciar palabra alguna, yo me quede helada por su apariencia seria, rígida y un poco enojada, pensé que todo terminaría ahí y que se marcharía sin dar razón. Vaya que soy paranoica.
Me dijo que no sabía que responder, que no era una
cosa tan fácil pues él no estaba acostumbrado a esas preguntas.
Yo que me encontraba vestida para la ocasión, que me había preparado durante un tiempo para hacer algo que cambiaría mi vida, que estaba dispuesta a todo, total que más podría perder. Pero no estamos hablando de mi apariencia, de ella ya no tengo nada más que criticarle estamos en aquello embarazosa situación.
Con su reacción y su silencio me di cuenta de lo que era, de lo que seguiría y que probablemente me acabaría, me di cuenta de que lo que yo había vivido ya había sido suficiente que ya no necesitaba buscar emociones fuertes ni alguna de esas tonterías, que debo admitir al principio parecían divertidas.

El no se marcho, fui yo la que se levanto con la poca o nada dignidad que me quedaba, me levante y tambalee un poco sobre las puntas de mis tacones, era un lugar muy publico así que no podía expresar nada, me mantuve hasta la salida, cuando llegue al auto me detuve en la puerta a recordarme lo estúpida que había sido y entre, en el asiento frente al volante escribí esto mientras pensaba en un rumbo a donde ir.
Finalmente lo he elegido y me voy para allá, espero que de esto quede algo para las personas que quisieran saber algo de mí.
No soy nadie importante para nadie ahora, ni siquiera tengo mascota, mi familia ya me ha catalogado como el mueble viejo y el hombre del que les acabo de hablar me mintió, nunca se enamoro, lo entiendo pues ¿quien iba enamorarse ahora de mí?
Creo que soy una más de las víctimas de la tristeza, que me comió y me desahucio para que yo misma preparara mi partida.
Lo que sucedió con aquel hombre fue la última que le pude soportar a la vida, me trato como quiso y hoy solo quiero terminar esto y al fin descansar.