Para lunes.


El día en que te levantas con los ojos hinchados del insomnio de la noche anterior, que te aqueja desde hace dos semanas, despiertas con la necesidad de ir a orinar los casi tres litros de té para dormir que obviamente no hicieron efecto.
En tu cabeza sigue el mismo pensamieanto que llego a las tres de la mañana y que no dejo descansar a tu cerebro.
Cuando pasas toda la tarde quejándote del aburrimiento del que eres victima cuando en realidad solo te quejas por que las cosas que podrías o que debes hacer te dan hueva.
Es el día en que despiertas igual que como te acostaste, sin ganas de dormir y sin ganas de levantarte, cuando estas dormido solo por que debes dormir no porque de verdad necesites dormir.
Sientes que tu vida es la cagada más grande excretada vulgarmente en un escusado, lo sabes y te lo repites pero aun así, sigues embarrado en tu cama escuchando algo música deprimente que te hace sentir aun más mierda.
Tarde entera de ver programas de televisión que no aportan nada productivo, cambias de canal cada tres minutos por que ningún programa retiene tu atención, las seis de la tarde son el infierno de la televisión y el momento oportuno para que las televisoras abiertas comiencen a transmitir programas de famosos que solo en su jodido pueblo los conocen.
Comidas a destiempo, sin preparación alguna, en su mayoría compuestas de carbohidratos, lípidos & bebidas lights.
Sin más remedio regresas a tu pequeño mundo frente a un monitor en el que puedes comenzar a ver videos estúpidos para reírte un poco y matar el tiempo, entrar alguna red social y platicar sobre tu increíble y patética vida y una vez más quejarte de que en estos días no hay nada que hacer. Arremetes contra cualquier factor como el dinero, tus amigos aburridos, la falta de lugares a donde ir, el clima y un etcétera que incluye los más absurdos pretextos.
Finalmente vuelve a caer la noche, tus ojos fijos en el monitor en el cual se emite una película pornográfica con la cual te masturbas porque tu insomnio se va resolver con una jalada, finalmente terminas. Son casi las cuatro de la mañana y por fin te quedas dormido.
Sabes que acaba de pasar otro lunes sin escuela, sin trabajo, sin vida, sin gracia, otro lunes de tu holgazanería.