Infinito.

Cada vez que te acuestas sobre el costado izquierdo con la pereza recargada en el flanco derecho, dejando la espalda descubierta dibujada de lineas verticales. Te despiertas, te levantas de la cama, cada mañana, luego que abres bien los ojos lo vuelves hacer. Se desmenuza por la tarde, se disuelve en la noche y por la madrugada vuelve aparecer. Otra vez es mañana.

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